Escribe Alfredo Gálvez / Programa de Conservación de la SPDA

  • La conservación marina destacó en el Congreso Mundial de Conservación de la UICN

El pasado 9 de setiembre, en una conferencia de prensa sobre temas marinos realizada en el marco del Congreso Mundial de Conservación de la UICN en Hawaii, se anunció públicamente a la Zona Reservada del Pacífico Tropical, ubicada en el norte del Perú, como uno de los 14 sitios a nivel mundial de significancia biológica que dan esperanza al planeta (denominados Hope Spots). Ello implica un reconocimiento especial al sitio debido a su crucial importancia en la salud de los océanos, buscando como objetivo empoderar a las poblaciones y comunidades alrededor del mundo en sus esfuerzos para proteger el océano. Este reconocimiento se deriva de una nominación presentada por expertos en conservación marina alrededor del mundo, tomando como base criterios relacionados con la importancia cultural, natural y económica de estos espacios, y ya forma parte de una plataforma en línea[1] lanzada por la organización Mission Blue, a través de la cual se presentarán estos sitios de esperanza para el mundo, permitiendo a su vez que puedan proponerse nuevos sitios

Tal como apreciamos, uno de los principales temas abordados durante el Congreso ha sido el tema marino, el cual ha tomado especial relevancia en estos últimos años, no solo por el gran interés que tiene la comunidad científica para el desarrollo de investigaciones, sino también por la necesidad de proteger los ecosistemas alrededor del mar. Temas como la conservación de especies como ballenas, tiburones, aves; la problemática del plástico en los océanos; el ordenamiento de las pesquerías bajo un enfoque ecosistémico y a través de prácticas sostenibles; la pérdida de corales y hábitats debido al cambio climático; así como la creación de nuevas áreas marinas protegidas han sido los principales puntos tratados en los diferentes espacios de este gran encuentro de la conservación mundial, que reúne a organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil que comparten una misma visión, siendo conscientes de que el planeta se encuentra en una encrucijada, habiendo sido esta la temática principal que ha motivado el desarrollo del Congreso.

[Ver además: Mar Pacífico Tropical obtiene reconocimiento internacional por su importancia biológica]

Tanto en la ceremonia de inauguración, como en eventos técnicos paralelos, talleres prácticos y discusiones de alto nivel enfocadas en definir acciones para un océano sostenible, en los cuales participó Sylvia Earle[2] de la organización Mission Blue, se anunció la reciente ampliación del Monumento Nacional Papahanaumokuakea en Estados Unidos, siendo el Área Marina Protegida más grande del mundo en la actualidad con 362,073 kilómetros cuadrados. Asimismo, se le dio especial énfasis a la creación de la reciente área marina protegida Desventuradas en Chile, la misma que abarca 297,418 kilómetros cuadrados, constituyendo asimismo una de las áreas marinas más grandes de mundo, y Colombia anunció la creación de una nueva área marina protegida denominada Paisaje Marino del Pacífico Este Tropical, la misma que abarcaría 2 millones de kilómetros cuadrados, lo cual la convertiría en la más grande del mundo. Vemos pues que, países como Estados Unidos y Chile vienen liderando y priorizando iniciativas de conservación a nivel mundial que nacieron de los compromisos asumidos en Sydney y se enmarcan dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a través de la implementación de herramientas tales como las áreas marinas protegidas, viéndolas como elementos que generan múltiples beneficios para las poblaciones locales, dejando de lado esa percepción equívoca de que las áreas protegidas son elementos perjudiciales para el desarrollo.

Por otro lado, se desarrolló un taller relacionado a buenas prácticas en operaciones petroleras y gasíferas en el ámbito de espacios marinos, organizado por la Organización Fauna & Flora Internacional de Reino Unido, en el cual se presentaron diversos casos de estudio en los cuales ha quedado demostrado que a través de ideas y soluciones innovadoras se pueden mitigar los impactos a la biodiversidad durante la etapa de extracción del petróleo y gas. En ese sentido, esta organización ha desarrollado recientemente una guía de buenas prácticas para el desarrollo de las operaciones petroleras y gasíferas en ecosistemas marinos, con la finalidad de que empresas de este rubro puedan ejecutar sus operaciones mitigando los efectos adversos a la biodiversidad marina y a sus servicios ecosistémicos.

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En el caso peruano, tenemos una tarea pendiente en materia de conservación de ecosistemas marinos y gestión sostenible de las pesquerías. Si bien estamos sujetos como país a un compromiso internacional de conservación y manejo efectivo del 10% de las áreas costeras y marinas al 2020, en virtud de la meta 11 Aichi[3] y del objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en la actualidad solo el 0.5% del ámbito marino peruano se encuentra protegido bajo la figura de área natural protegida. Por lo tanto, el próximo paso para el nuevo gobierno en lo que respecta a conservación marina, sería el establecimiento de la Reserva Marina en el norte del Perú denominada “Zona Reservada Subsistema de Áreas Naturales Protegidas del Pacífico Tropical”, la misma que generaría una serie de beneficios para la población local inmediata, que vive en el ámbito del área o en sus proximidades, así como para las empresas y actores que desarrollan actividades económicas en la zona.

[Ver además: La importancia del Mar Pacífico Tropical y el reto del presente Gobierno]

Estos beneficios se traducen en la generación de espacios y sinergias entre los actores involucrados y grupos de interés (pescadores, empresas, sociedad civil y los tres niveles de gobierno); la provisión de herramientas y mecanismos para combatir la pesca ilegal y la sobreexplotación de los recursos hidrobiológicos; la generación de un turismo sostenible y de divisas para el país; la puesta en valor el inmenso patrimonio natural marino de nuestro país y la identificación de las necesidades reales de conservación en la zona; la valoración de los múltiples servicios ecosistémicos que brinda el área; así como la implementación de mejores prácticas ambientales por parte de las empresas que operan en la zona.

Es evidente que las áreas marinas protegidas no son trabas al desarrollo económico, cultural y social de los países, por el contrario, son mecanismos que suman y que orientan las formas de vida y usos hacia un desarrollo sostenible. Este es el momento oportuno para que el Perú tome como ejemplos estas acciones adoptadas por Estados Unidos y Chile en conservación marina, y empiece a proteger espacios de gran importancia, no solo en cumplimiento de las metas y compromisos internacionales, sino también a manera de legado para las futuras generaciones, para nuestros hijos y por nuestro planeta. El momento es ahora.

 

 

 

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[1] https://www.mission-blue.org/hope-spots/
[2] Sylvia Earle es la oceanógrafa más reconocida a nivel mundial en la actualidad. Tiene una larga trayectoria en temas marinos, trabajó en la National Geographic, en la Administración Atmosférica y Oceanográfica de los Estados Unidos (NOAA), así como en otras organizaciones mundialmente reconocidas. Hoy en día es una referente en el tema de conservación de los océanos.
[3] A través de la Resolución Legislativa N° 261181 del 30 de abril de 1993, el Gobierno Peruano ratificó el Convenio de Diversidad Biológica. En la 10ª reunión de la Conferencia de las Partes, celebrada en octubre del 2010 en Nagoya, Japón, en su decisión X/2 se adoptó un Plan Estratégico para la Diversidad Biológica revisado y actualizado, que incluye las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. En la Meta 11 se establece: “Para 2020, al menos el 17% de las zonas terrestres y de las aguas interiores y el 10% de las zonas marinas y costeras, especialmente las que revisten particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, se habrán conservado por medio de sistemas de áreas protegidas administrados de manera eficaz y equitativa, ecológicamente representativos y bien conectados, y de otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas, y estas estarán integradas a los paisajes terrestres y marinos más amplios.” (https://www.cbd.int/sp/targets/).